Nuestro evento cúspide fue en un circo profesional en 2017, el Cirko De Mente, una carpa que llenamos con más de 400 personas, poetas de toda la República que llegaron con presupuesto propio, “MACRO SLAM, EL AVÁNDARO DE L@S POETAS”.
La gestión cultural y la autogestión suenan parecido, pero son cosas distintas; la gestión cultural va de hacer proyectos para bajar recursos públicos; la autogestión es un montaje y un proceso creativo permanente, un quehacer mutante que es parteaguas y escalera para las nuevas generaciones de creadorxs… una forma de vivir y materializar los sueños.
La gestión cultural es vertical y busca “formar públicos” con la falsa pretensión de creer saber lo que la gente necesita y quiere, mientras que la autogestión desarrolla audiencias desde la horizontalidad, hace cosas maravillosas con medios y recursos propios… La gestión cultural se alinea con el objetivo institucional de turno; la autogestión toma, ocupa y se apropia del espacio público poniendo en valor la obra artística y el trabajo cultural que las monedas y los billetes nunca podrán pagar.
Jesús Peña, presidente del Consejo Mexicano de Escritores Independientes; hizo un posteo en su red social facebook al respecto del CIRCO LITERARIO… La he copiado y pegado para los lectores de Crooked Magazine y para dar a conocer sólo un poquito del otro lado de la moneda, de otra historia, de la escena -no oficial- de la poesía y el arte callejero de la ciudad de México.
El Circo Literario siempre ha sido una banda de rock, pero también un ejército, pero también una familia, mi familia. El primer cirquero fui yo, en ese tiempo un tipo tímido, raro, cabello largo y muy insocial, todo un fenómeno, ¿y a dónde van los fenómenos? Al Circo.
De niño me deprimían los circos, el payaso triste, el elefante triste, la bailarina triste, yo triste…
Ya dije que intentaré ser breve, ¿verdad?, un día imaginé a l@s amigos perfectos, que se unieran al Circo Literario, algo que sería con el tiempo una editorial y colectivo que siempre ha tenido dos objetivos fundamentales “Dar Voz a las Calles” y “Destronar al Rey”.
Mi primer general fue un chino, en ese tiempo también tímido, talentosísimo, que después se convertiría en uno de los mejores poetas contemporáneos y un maestro de la palabra en público y las letras italianas.
Por supuesto, me refiero al podeorisisísimo Carlos Chávez, quien aceptó ser general del Circo Literario, le prometí una aventura increíble, con grandes éxitos y poesía; poesía como una apuesta de vida y no solo un género literario, le dije que para alguien como él y como yo, no había otra salida. Lo convencí (o lo manipulé, como a veces dice).
Me creí mis propias mentiras (en las que sigo creyendo), la poesía es mística, genera equilibrio, y quien tiene el don es un ser poderos@, tan fuerte que carga el dolor del mundo, tan importante como los árboles y las hormigas.
Con ese discurso, también convencí de unirse al equipo a mi amigo de la universidad Alan Suárez y Hugowski Sanchez Rebollo. Ellos se salieron rápido del Circo, tenían otros proyectos.
Mi papá Julio Cuitláhuac de la Peña me apoyó desde el principio cuando el Circo Literario solo era un sueño; así, nunca me desanimé e hice el primer evento en el Café Raíz, en calle Regina, al que acudieron más de cien personas, circenses que hicieron malabares y escupieron fuego en la calle, celebridades del under como Alberto Vargas Iturbe, Sergio García, You Ri ZZam, Israel Miranda, Fernando Reyes Trinid, Felipe Gaytán Gaytán, Isolda Dosamantes y ¡la prensa nacional¡…El encabezado en los periódicos “NACE EL CIRCO LITERARIO” un día como hoy.
En el equipo verdadero, solo éramos Carlos Chávez y yo, que como buenos detectives nos dimos a la tarea de buscar a l@s mejores soldados que pudieran hacer magia poética, es decir, que no necesitaran instituciones, es más, que no necesitaran ni papel en mano ni micrófono.
Así, encontramos al baterista de la banda, en un evento de los viejo destierro donde impedían rapear, un copetón anarquista se puso a rimar en el escenario, corriendo de los organizadores que querían quitarle el micrófono, ahí estaba, era él, nuestro baterista del Circo Literario, Chávez y yo lo supimos desde el primer momento, bastó vernos a los ojos para saber que, Abraham Boss sería nuestro hermano por siempre.
Así, con una alineación como Nirvana o como cualquier banda de tres, bajista (Chávez), vocalista (que finge tocar la guitarra, yo) y baterista(Boss) iniciamos la banda, sus satánicas majestades EL CIRCO LITERARIO.
En realidad éramos, el estratega (yo), el ejecutivo de sueños y domador de clientes y directores de instituciones (Chávez) y el anarquista ensoñador (Boss), quienes lanzamos al Circo Literario a la fama (si así se le puede llamar a hacer ruido en el under) con nuestro primer disco “Los éxitos que nunca pegaron”.
En poco tiempo no lo podíamos creer, llenábamos las calles con más de cien personas que se reunían a escuchar nuestra poesía y tenían espacio para leer la suya.
En ese tiempo, 2011, Rojo Córdova era dueño del Slam Poetry, y como al Circo Literario le encanta destronar al rey, lo destronamos; comenzamos a hacer el Poetry Slam mexicano, con una verdadera audiencia, no de diez o veinte personas, sino algo parecido a una tocada de rock masiva, donde los jóvenes bebían, fumaban, leían, se enamoraban, soñaban y a veces lloraban de alegría de saberse acompañados, de haber encontrado a su especie.
Nuestra primera entrevista fue para la Código DF y gracias al siempre admirado y amigo Andrés Castuera-Micher, a quien le estamos infinitamente agradecidos por darnos la oportunidad de conversar con editores de muchos años cuando nosotros éramos principiantes.
Hacíamos lo que queríamos, éramos unos anarquistas, lo que enfureció a varios colectivos veteranos y hasta al director de la FIL Zócalo del 2012 (que en paz descanse), pues en nuestro stand no se dejaba de escuchar poesía en voz alta ni unos minutos, parecía que habían metido un circo a la carpa independiente…Y pues sí.
Nuestras actividades masivas llamaron la atención de las instituciones, museos, Casa del Lago, Museo del Chopo, Xavier Villaurrutia…Eso sí, nunca dejamos de hacer eventos en las calles y en cafés y bares independientes.
Las instituciones nos pagaban amablemente una cantidad que a nuestros 19 años nos ofrendaba una buena noche de diversión. Lo único que nos pedían los directores de museos e instituciones es que “hiciéramos lo nuestro”…eso era…poesía, traer a un público ahora ya de 300 personas, y beber en el escenario, bueno, eso último no sé si lo pedían, pero supongo que estaba implícito en que “hiciéramos lo nuestro”.
La prensa siempre cubrió nuestros eventos masivos y nos sentíamos unos rockstars, viendo nuestro nombre en los diarios al día siguiente del evento, mientras nos bajábamos la cruda con más alcohol. La editorial iba perfecta, muchos libros y de calidad, no solo cartoneros sino ya de hotmelt.
Pasaron muchos años de poesía sin fin, conseguimos muchos amig@s, varios integrantes del Circo, ya éramos como la mafia italiana, aunque pobres y buenos, pero con un gran sentido del amor por los amigos, amigos cirqueros como Uriel Vazquez Gremlin, Antonio Alcaraz, Kevin Martínez-Ayala, Spoken Maiiky, nuestro super amigo hermano Sandino Bucio Dovalí (que aclaro que nunca fue del circo para que no se vaya a ofender o avergonzar), Pedro Nostalgias, Alan Casas, Sabyk Giselle; entre otros que ya no pertenecen a la comunidad, porque como dice la película, se vendieron al lado oscuro.
Nuestro evento cúspide fue en un circo profesional en 2017, el Cirko Demente, una carpa que llenamos con más de 400 personas, poetas de toda la República que llegaron con presupuesto propio, “MACRO SLAM, EL AVÁNDARO DE L@S POETAS”.
L@s poetas recitaban mientras l@s artistas circenses interpretaban su poema con trapecio, zancos, clown, malabares…fue de los momentos más hermosos que he vivido, muchas gracias Fernanda Coatl.
Poco después, quienes ambicionan las becas y no entienden la poesía, nos consideraron una amenaza para su negocio, así que decidieron mentir sobre nosotros y tuvimos que suspender actividades un buen tiempo (por sus agresiones terribles).
La verdad siempre sale a la luz, y afortunadamente se aclaró todo poco a poco, ahora se sabe que nos desprestigiaron por obtener un poquito de fama (que en el under no existe) y una cantidad risible de pesos que da el gobierno por actividades culturales. Nosotros no queríamos el dinero de las becas, nuestro trabajo es otro: devolver al árbol su condición de árbol. Al final, como en la peli de The Warriors, se supo la verdad.
Aún así, tanto Abraham como Chávez y como su servidor, consideramos que el Circo Literario fue una etapa de ensoñación increíble y un ciclo que ha llegado a su fin, así que hemos decidido realizar juntos la gira del adiós, como un acto de psicomagia y liberación para nosotros mismos y para el público que nos ha seguido durante tanto tiempo.
Serán 4 eventos de Poetry Slam con l@s mejores artistas de la palabra del under mexicano, ustedes saben quienes son y les llegará su invitación.
3 eventos serán en lugares unders para recordar nuestros viejos tiempos (eso sí, con audio profesional) y el último evento, el MACRO SLAM, será en un museo emblemático de la ciudad con capacidad para más de 400 personas, con ese evento nos despediremos y será la última vez que usemos la nariz de payaso en un evento del Circo, pero no la última vez que defendamos la poesía como una apuesta de vida, y que estemos listos para hacer revoluciones y destronar reyes, esto es poesía sin fin…
“Y querrán romper al Circo Literario y todos los leones rugirán a su defensa, los enanos montarán elefantes voladores, desde lo alto, bombardearán con metáforas filosas la insensibilidad de cada imbécil, que engañado pensó que la poesía no podía salvar a nadie”.
