No quiso quedarse…

Me gusta como doblas la ropa,
yo quiero aprender pero pero me desespero pronto,
admiro que sepas tanto de mi,
que te involucres en mi vida sin que parezca un encierro.
Me gusta mirarte mientras me das la espalda
para encender mis sentidos y observo como abres
la puerta del auto y te marchas;
avísame cuando llegues,
yo te estaré recordando
y pensando para que llegues con bien a casa.
Es hora de soñarte.
Mañana te seguiré contando una cosa distinta
que me guste de ti.
Hasta mañana…
