“Sexy por Accidente” y por qué usar una fórmula que ha tenido éxito antes no puede funcionar si la tratas de manera adecuada

Me gustan las comedias románticas, las denominadas “Chick Flicks”, creo que son de esas películas que sirven para levantarte el ánimo, motivarse y sobre todo para aprender un poco de ellas, por eso cuando llegaron este fin de semana dos cintas de este estilo me emocioné un poco.
Lo “malo” o “difícil” de estas cintas es que son tan sencillas que si no se hacen de manera correcta pueden ser un completo fracaso, esto fue lo que le sucedió a “Sexy por accidente”, la cual tiene como protagonistas a Amy Schumer y Michelle Williams, las cuales a pesar de su talento no pudieron salvarla ni por un minuto.
La historia se centra en Renne Bennet (Schumer) quien tiene una súper baja autoestima, tiene una constante lucha por cómo las ven los demás y sobretodo porque no puede encontrar pareja, todo esto cambia hasta que pide el deseo de ser bonita y termina con un golpe en la cabeza mientras hace spinning, por lo que al despertar ella se ve como siempre quiso ser.
El problema es que no vemos como ella se ve, nos falta este aspecto visual que nos ayude entender que es lo que cambió en la mente de nuestra protagonista y por qué empieza a actuar como lo hace, como en el caso de la cinta “Amor ciego” en donde veíamos a Gwyneth Paltrow delgada y luego con el disfraz de sobrepeso.
Quizás quisieron evitarse el usarlo para que no hiciéramos esta comparación, pero sin ella solo parece que Amy Schumer empieza a actuar de manera diferente porque sí y su actitud de “soy súper bonita y súper delgada” en lugar de generar empatía por ella porque ha obtenido lo que quiere solo llega a ser insoportable.
El papel de Michelle Williams es completamente irrelevante, casi no aporta nada a la trama y su voz es simplemente insoportable, al igual que el papel de Emily Ratajkowski el cual se supone tiene que enseñarle algo a nuestra protagonista pero no tiene suficiente desarrollo para darle el peso que se pretendía.
La idea era buena, el tema de la belleza fémina y el empoderamiento de la mujer es algo que se lleva buscando traer a la pantalla grande desde hace mucho, pero realmente el mensaje no te llega, es tanto la gana de demostrar que “todos somos hermosos a nuestra manera” que el final ni siquiera nos sirve para reforzarlo.
Muchas inconsistencias en la historia, como los golpes que sufre Renne sin secuelas algunas, el cómo abandona su trabajo porque cree que ya no puede hacerlo y de la nada decide que siempre si va a hacerlo, el tiempo no se define y hasta los movimientos que debieron ser predecibles no los tiene, además de ser innecesariamente larga, con 30 minutos menos quizás la hubiese tolerado más.
Así que como amante de una buena película de comedia romántica o de una cinta para pasar un rato agradable, tengo que decir que esta cinta me quedo a deber y mucho, lo cual es una lástima porque pudo ser muy buena si hubiese tenido el tratamiento adecuado de una fórmula que ya probó es buena y tiene éxito